Otra carne. Algo Pasa, 5 de marzo del 2012


Otra carne
Por Iosu Aramburú

Las curadurías hechas por artistas suelen ser una práctica que delata lo borrosa que es la distinción entre curador y artista. En Otra carne, corporeidad mutación y deterioro,Gianfranco Piazzini, hace un excelente ensayo curatorial que no deja de ser una exploración más de su propio proyecto artístico. La muestra es claramente fruto de una investigación hecha para alimentar su propia producción, un anexo o un producto residual, incluso. La mayoría no son obras nuevas ni centrales en la producción de los artistas participantes. Son obras que Piazzini ha ido encontrando, en talleres y exposiciones, que ha ido recolectando de a pocos. Hay una especial meticulosidad plástica en la selección de piezas. Quizás una meticulosidad y una manera de ver que lindan con lo morboso.

Como en Paralaje (2012) de Nicolás Lamas, una de las piezas que da inicio al recorrido de la muestra. En ella un circuito cerrado de cuatro cámaras vigilan un cráneo paracas deformado tan de cerca, con tal obsesión que la situación se vuelve casi cómica.  Es esta obsesión por mirar cada detalle, cada concavidad y deformación, que marcará la mirada de toda la exposición.

La muestra explora el cuerpo: sus transformaciones, su predestinada decadencia, su presencia grotesca y su ausencia. Ausencia y presencia. El eje central de la exposición es quizás la obra del propio Piazzini que, como los cuerpos retratados en los registros de Sophia Durand y Daniel Contreras, en la Prenda para dos (2009) de Ana Teresa Barboza o en las Siluetas (2007) de Koening Johnson, es una presencia abrumadora en su propia ausencia.

El guiño a la mirada arqueológica que había mostrado Nicolás Lamas, es retomado en Proceso(2009) de Lucía Monge, donde la artista crea una serie de pequeños dientes, muelas y colmillos que a primera vista parecen restos paleontológicos. Su artificialidad queda manifiesta al descubrir que han sido delicadamente modelados con leche. El material nos remite al proceso de cambio corporal infantil, al mismo tiempo que llama la atención sobre el proceso químico de cambio de la materia misma. De la leche líquida a las piezas sólidas ante las cuales estamos, que finalmente se convertirán en polvo en poco tiempo.

Sophia Durand y Daniel Contreras participan con algunas fotografías de la serie Santos inocentes(2009). El proyecto, en la frontera entre el registro histórico y la producción estética, retrata las fotografías incluidas en las lápidas de infantes del Cementerio Presbítero Maestro. Las imágenes son dos veces registros de la muerte. En primer lugar, está la muerte prematura del retratado. En segundo, la muerte también prematura de la imagen fotográfica. Expuestas durante varias décadas al sol y la humedad, las fotografías retratadas son en muchos casos ilegibles. Sophia Durand y Daniel Contreras se concentran principalmente en el proceso de transformación y deterioro de la superficie fotográfica: en los cambios químicos que sufren los pigmentos, en las arrugas y agujeros que aparecen en el papel. Es difícil no encontrar placer estético en los colores y las formas casi abstractas de estas imágenes de pérdida y muerte.

Es quizás el encontrar placer estético en el recuerdo de la muerte, en imágenes grotescas y con motivos normalmente desagradables, otro de los ejes de la exposición. En Piel Memoria 2 (2007)Koening Johnson crea dos sacos de cuero rellenos de grasa que, mediante un mecanismo con turbinas de aire caliente, va colándose por el cuero hasta caer al suelo. Siendo quizás una de las obras menos figurativas de la muestra, es la que más referencias al cuerpo, sus procesos de transformación y sus secreciones trae. Es también la obra que mejor conjuga lo desagradable con lo estético. El placer y la náusea. Elementos presentes en la en nuestra propia relación con el cuerpo.

Otra Carne es un sólido conjunto de obras que explora la mirada al cuerpo de manera amplia y profunda. Con un rico diálogo entre el discurso curatorial, que nos lleva de obra en obra, y el discurso con el que cada obra nos lleva a su propio sujeto. Es una selección de obras tan intimista y morbosa como las obras en sí mismas.

Artistas participantes: Elena Tejada, Koening Johnson, Álvaro Icaza, Nicolás Lamas, Lucía Monge, Miguel Aguirre, Ana Teresa Barboza, Carla Higa, Alexandra Colmenares, Daniel Contreras, Sophía Durand.


Iosu Aramburu es artista plástico, profesor en Corriente Alterna y coordinador de 80m2 arte & debates